31 de diciembre de 2012

Una fiesta de pelotas.



31 de Diciembre de 2012, así es, ha llegado el último día de un año que según algunos, no iba a durar tanto. El último día de un año que en lo futbolístico nos ha dejado grandes momentos: La Eurocopa, la liga de los récords, el triunfo de Zambia junto a la camisa blanca de Hervé Renard, la revelación del Montpellier  frente a los colosos franceses, los 90 goles de Messi, el gol de Zlatan ante Inglaterra, el de Méxes imitando a este último, el primer título de liga del City, el resurgir internacional de Andrea Pirlo, el éxito del Atleti del Cholo, el regreso a la élite de la Vecchia Signora, el mundialito de Tite y su Corinthians... En definitiva, momentos que quedarán ya para la historia e historias que en nuestro corto tiempo de existencia os hemos intentado contar desde una perspectiva distinta. Pero hoy no estamos aquí para hacer balance, si no para contaros con el humor que se merece el último artículo del año. Os presentamos la fiesta de todas las fiestas, como no, futbolísticamente hablando.

Bien lo merece la primera noche del año, la más joven de todas aunque algunos se empeñen en tacharla de vieja. La noche siempre ha sido un mundo fascinante para los futbolistas, algunos no habrían podido formar parte de la historia si no hubiera sido por su idilio con la noche. Otros no supieron complementarlas en su vida deportiva y acabaron siendo presos de ella, impidiéndoles volver a recuperar lo que habían ganado con años y años de esfuerzo, como si todo el talento de sus piernas se consumiera con cada cubata. La noche es grandiosa y peligrosa a partes iguales, sólo el sentido común de cada uno permite saber hacer la diferencia. Sin embargo, si hay una noche para perder todo atisbo de responsabilidad y conciencia, esa es la primera noche del año. En familia, con los amigos, con compañeros, con desconocidos... Pero siempre con el mismo fin, el de dar entrada al nuevo año de la mejor manera posible. He aquí donde entran nuestros protagonistas de hoy, amantes de la noche en la actualidad, herederos de ella en el pasado y muy posiblemente, presos de ésta en el futuro. En Fútbol Anfetamínico hemos decidido crear la madre de todas las fiestas para terminar un año que ha sido próspero y exitoso en la medida de lo posible. Da igual la época o la edad del futbolista, aquí el calzado no importa, mucho menos la vestimenta. Con todos ustedes, la gran fiesta de Fútbol Anfetamínico.


El local: No hay fiesta sin local, y no hay local sin dueño, por lo que estaremos todos de acuerdo en que el gran artífice de esta macrofiesta tiene que ser el mítico Joan Laporta. Años y años de bailes a sus espaldas, nadie como él para confiarle la ubicación de un sitio idóneo para la fiesta, donde la barra y la pista de baile sean lo suficientemente amplia como para meter a todos esos hijos de la noche.

Los porteros: Siempre serios, con gafas de sol aunque éste ya se haya acostado hace muchas horas y generalmente con un pinganillo colgando de oreja a oreja que nadie sabe con quien comunica. Imponen por su cara de mala leche y su físico portentoso. Tres cabezas rapadas, trajeados por supuesto, se encargarían de que todo marche correctamente dentro y fuera del local. Romaric, Julio Baptista y Sergio Ballesteros han sido los encargados de efectuar tal misión, seguro que a muy pocos de los allí presentes se les ocurriría hacer una locura con estos tres vigilando.

El Dj: O los Dj's en este caso, que mejor que dos hombres que comparten gustos dentro y fuera del terreno de juego para ser los encargados de la música. Dos hombres de gustos excéntricos, a un lado José Manuel Pinto, dueño del vestuario del Barça, y al otro el "Mono" Burgos, la mano derecha del Cholo en el Atleti. Años de experiencia con el mezclador y cada uno con su toque particular pondrían el ambiente necesario para que los asistentes lo den todo en la pista de baile. Por separados siempre han cumplido con lo que se les ha pedido, juntos pueden ser una verdadera bomba.

Los Barmans: Para este exclusivo trabajo hemos elegido a dos figuras del balón, si con él en los pies hacen semejantes virguerías, que no pueden hacer con un par de cócteles en las manos. Neymar e Iniesta serían los encargados de dejar a los asistentes boquiabiertos con sus infinitos recursos técnicos a la hora de preparar las tónicas solicitadas. El moreno de la cresta y el blanquito de cabello escaso, una pareja para todos los gustos. Además, hay que resaltar que en primera instancia se quiso contar con Banega y Guardado, pero declararon que los cócteles no son su especialidad, que ellos las manos las guardan para otros trabajos... A saber.

Los grupos: Como en toda "reunión de amigos" que se precie, los grupos son un elemento indispensable. Sin grupos no hay piques, y sin piques la cosa se vuelve un tanto aburrida. Los brasileños, con Ronaldinho, Robinho y Marcelo a la cabeza, serían los reyes indiscutibles de la pista de baile. Por otro lado tendríamos a los portugueses, que no sabemos en que categoría ponerlos, pero como han sonado tanto durante todo este año suponemos que tienen que ser especialistas en algo. Y como no, los grupos de los feos y los guapos, los cuales no podrían vivir los unos sin los otros. Aquí podríamos meter a gente como Cristiano, Messi, Dani Alves, Beckham, Reiziguer, Borriello, Del Piero, Ozil, Ribèry, Iván Campo... Ya que cada uno y cada una los ponga en el grupo que crea conveniente, esto va a gusto del consumidor.


Las leyendas: Y para terminar, una fiesta inolvidable no podría etiquetarse como tal si no tuviera a la leyenda. Aquel que durante el tiempo del evento se llevó todos los aplausos y ovaciones por su capacidad de ganarse al resto de asistentes. Aquí las cosas están claras, tres futbolistas que han sabido integrar a la perfección la palabra fiesta en su modo de vida: Guti, Romario y George Best. Las leyendas son leyendas por mucho que pasen los años, esa etiqueta es para toda la vida, como un compañero de viaje más en cada lugar que visites. No nos cabe duda de que con estos tres, la noche iba a ser LEGENDARIA.

Por nuestra parte, sólo queda desearos todo lo mejor para el año venidero, solo esperamos que sigáis aquí con nosotros, descubriendo historias, analizando tácticas y saboreando cada detalle de este hermoso deporte. Volveremos en 2013 con más fuerza y ganas que nunca. Felices fiestas y feliz año nuevo, que lo disfrutéis como nunca.  

18 de diciembre de 2012

Live is life, Diego.


La historia de hoy es una de esas historias mágicas que perduran en el tiempo, una de esas narraciones líricas aptas para todos los públicos, una de esas fábulas que hacen de algo sin aparente contenido, uno de los momentos más recordados de todos los tiempos. Es la historia de un mito, de un escenario idílico, de una canción y de unas botas con los cordones desabrochados. Y que botas, ay Dios mío...

Corría el año 1989 y por aquel entonces, el fútbol era cosa de un astro argentino. Un hombre bajito, rápido como ninguno e implacable como pocos, zurdo de pie y gambeteador de nacimiento. Repito, año 1989, por si alguno se había despistado con las descripciones. El escenario, San Paolo, el mítico estadio del Nápoles, o Napoli, para los más románticos. El contexto, un calentamiento. Pero no un simple calentamiento cualquiera, Dios me libre, si no un calentamiento muy especial, no por lo que iba a pasar a continuación, que también, si no que ya venía marcado de antes por factores ajenos a esta narrativa. Sobre el verde dos equipos, el propio Napoli y el Bayern de Múnich, un Bayern que por entonces entrenaba Jupp Heynckes, que cosas verdad... Pero en ese momento pocos dirigían la mirada hacia él. De hecho, no creo que nadie en el estadio, ni cámaras ni aficionados ni sus propios jugadores, estuvieran muy pendientes de él, ya que apenas unos metros más hacia delante estaba dando comienzo uno de los momentos más recordados de la historia del fútbol. El genio se estaba volviendo loco.

Segundos antes alguien había accionado la megafonía de San Paolo para armonizar la espera de los aficionados que allí se habían dado cita. Estoy muy seguro de que esa persona nunca se hubiera imaginado la que estaba apunto de liar tras pulsar el play, pero ya no había vuelta atrás, la música comenzó a sonar y aquel genio de abdomen acentuado y cabellera generosa decidió que era un buen momento para bailar, así que se puso manos a la obra. Quizás era consciente de que todas las cámaras lo miraban, de que esos aficionados no le quitaban los ojos de encima. Quizás el sabía que sus compañeros de equipo esperaban algo que los hiciera relajarse ante lo que se les venía encima. Puede que por todo eso, decidiera empezar a bailar para contentar las pretensiones de todos los que le rodeaban.

Y comenzó. Levantó unas piernas de valor incalculable y las empezó a mover de un lado para otro, sintonizando el vaivén de sus caderas con la música que estaba sonando en el estadio. Tras esto, una serie de posturitas rápidas para calentar el resto del cuerpo antes de coger su instrumento favorito, el balón. Una vez lo tuvo entre sus pies ya no pudo parar. El ritmo de aquella canción de "Opus" se le había metido en la cabeza y su cuerpo actuaba como si lo único que le importaba en aquel momento era el no perder la sintonía. La pelota se deslizaba entre sus extremidades en un control perfecto de la situación, la bola iba pasando de los pies a la cabeza sin tocar el suelo, intercalando giros más propios de un bailarín de ballet que de un futbolista. Los aficionados lo miraban boquiabiertos. El Diego lo había vuelto a hacer, acababa de regalarnos otro momento histórico.

Aquella tarde, la ciudad de Nápoles vivió uno de los mejores momentos de su historia futbolera. El todopoderoso Bayern de Múnich, gran favorito a alzarse con el título de campeón de la UEFA, hincó las rodillas en el césped de San Paolo y quedó apeado de la ansiada final. Una final que posteriormente se llevarían los napolitanos al vencer al Stuttgart por 5-4 en el global de la eliminatoria, consiguiendo así su primer y único título a nivel internacional de su historia. Una tarde mágica, precedida de uno de los momentos más grandiosos de la historia del balompié. Siempre nos quedará el recuerdo del Diego meneando las caderas ajeno a toda la presión que el partido contenía de por sí. Live is life, Diego.


7 de diciembre de 2012

Arnhem no quiere despertar

Situado en la zona oriental de Holanda, Arnhem es la capital de la provincia de Güeldres y una de las mayores ciudades de los Paises Bajos. A finales del Siglo IX sus bosques y colinas eran habitados por unas águilas a las que se les conocía como Arneym. De ahí proviene el nombre de la ciudad, que traducido al neerlandés significa “casa del águila”. Aquí, a orillas del río Rin late el corazón del Vitesse, que tiene su hogar en Gelredome, un moderno estadio multiusos con capacidad para 25.000 aficionados, y que como curiosidad cuenta con unos raíles que permiten la extracción del césped cuando al recinto se le da otra utilidad diferente a la futbolística. También posee una cubierta que permite que el estadio pueda ser techado por completo.


El Vitesse es uno de esos clubes humildes cuyo trabajo no suele verse recompensado con grandes logros, y que en sus más de 120 años de historia -fue fundado en 1892-, tiene como mayores éxitos el haberse proclamado subcampeón de liga -en seis ocasiones- y de copa -en otras tres-. Sin embargo, cuando echamos un vistazo a la clasificación actual de la Eredivisie vemos al Vitesse encaramado a lo más alto, liderando la tabla junto al Twente, siendo el equipo menos goleado del campeonato, el único que lo ha ganado todo fuera de casa -7 victorias en otros tantos encuentros- y despertando la más ferviente ilusión en su hinchada. Muchos no creen que puedan aguantar el ritmo, otros tantos no lo consideran como un rival serio para pelear el campeonato, pero en Arnhem hacen oídos sordos, saben que no están ahí por casualidad y que es el fruto de mucho esfuerzo, por eso se limitan a jugar, luchar y dibujar sonrisas en los rostros de sus simpatizantes.


Juventud y talento

La dirección deportiva del club ha demostrado en los últimos años un gran ojo a la hora de moverse en el mercado, firmando jugadores de puntos muy diversos del planeta, pero que han rayado a muy buen nivel. De todos es sabido que la Eredivisie es uno de los campeonatos que más apuesta por los jóvenes, y el Vitesse no es ni mucho menos una excepción, de hecho la media de edad de su plantilla no supera los 23 años. A ello suma grandes dosis de calidad en todas sus líneas, en especial de mediocampo hacia adelante, donde la velocidad y la técnica son características comunes en la mayoría de los integrantes del ataque.



Desmenuzando la propuesta futbolística del Vitesse, podemos observar que su técnico Fred Rutten suele decidirse por un 4-2-3-1, que también se transforma con frecuencia en un 4-4-2. Es un equipo con unos principios muy marcados, que intenta en todo momento sacar la pelota limpia desde atrás, con dos centrales que rara vez optan por desprenderse del esférico en forma de despeje o balón largo. Busca siempre la posesión y se encuentra muy cómodo llevando el peso del partido. Las bandas cobran gran importancia en el Vitesse, tanto los laterales como los volantes, que adquieren una notable incidencia en el juego.

En el mediocentro nos encontramos con un organizador puro como es Theo Janssen -el fichaje de relumbrón para esta temporada-, acompañado habitualmente de Marco Van Ginkel, que realiza una gran labor de desgaste, abarcando mucho espacio en el mediocampo y con una interesante llegada desde atrás. La banda derecha es propiedad de Renato Ibarra, el joven ecuatoriano que está creciendo a pasos agigantados y que otorga potencia, desborde y grandes ayudas al lateral, además de ser uno de los grandes estiletes del equipo en ataque merced a su endiablada velocidad.

Como todo buen equipo, el Vitesse también posee alternativas en sus disposiciones tácticas. De esta forma, no es extraño que cuando juegan como local Janssen pase a cubrir ligeramente el lateral izquierdo -aunque igualmente sigue siendo el encargado de generar juego-, para que el lateral zurdo Van Aanholt disponga de todo el carril para aprovechar su profundidad, y Kakuta, un mediapunta que suele jugar escorado en banda izquierda, caiga constantemente al centro para participar en la construcción. La movilidad de los dos puntas que suele alinear Rutten, Jonathan Reis y Wilfried Bony, ofrecen numerosas variantes al equipo. En principio es Reis el que acostumbra a partir como enganche por detrás de Bony, aunque es frecuente que ambos permuten de posición y además participen de forma constante en el juego, viniendo a recibir a zona de tres cuartos. También en la gran versión que está dando el brasileño está una de las claves del éxito de este Vitesse, en el que Reis ha encontrado el acomodo perfecto para desplegar su mejor fútbol.


La estrella se llama Wilfried Bony


Aterrizó en Arnhem hace casi dos años procedente del Sparta de Praga, y desde entonces su crecimiento ha sido fulgurante. Ya es internacional habitual con Costa de Marfil y en los últimos tiempos sus excelentes actuaciones han hecho que los rumores sobre su salida a grandes clubes se hayan disparado. Luce el dorsal número 9 y en su haber acumula 15 goles en 13 partidos, pero decir que Bony es un 'killer' sería excesivamente simple además de irreal, porque el costamarfileño es más que eso, para el Vitesse mucho más que un simple finalizador. No es un delantero al uso, no es excesivamente espigado, es diferente.

Físicamente muy fuerte, posee un tren inferior tremendamente potente. Y aunque suene raro viendo sus cifras, pasa muchísimos minutos fuera del área. Le gusta intervenir constantemente en el juego del equipo y no es para nada extraño verle aparecer por el mediocampo o ser el que asista a otro jugador del ataque. Cuando sprinta siempre da la sensación de hacerlo a medio gas, como si tuviese una marcha más que no ve necesaria sacarla a relucir en todo momento. Protege la pelota a las mil maravillas, eso sus compañeros lo saben y le buscan siempre, para que él anteponga su cuerpo, en otra de sus virtudes que le caracterizan. También merece la pena destacar su cambio de ritmo, su aceleración y una calidad técnica notable. Con gran golpeo de balón, no se lo piensa a la hora de soltar el latigazo. Es de esos jugadores que transmiten siempre una gran seguridad en todo lo que hacen, quizás porque a sus casi 24 años Bony ya esté maduro, está explotando y ve como la Eredivisie se le empieza a quedar pequeña.



Los fríos números dictan que hasta 50 de las 56 ediciones que se han disputado de la Eredivisie se dividen en tan solo 3 vitrinas, la del Ajax, la del PSV y la del Feyenoord, un territorio que era exclusivo hasta hace bien poco, pero que equipos como AZ y Twente han acechado, y que ahora anhela otro humilde como el Vitesse, que en un histórico arranque ya ha conquistado templos como el Amsterdam Arena o el Philips Stadion, y que seguirá peleando porque Arnhem no despierte de este maravilloso sueño.

1 de diciembre de 2012

West Bromwich Albion, el trabajo más perfecto de Steve Clarke.



Hay equipos infravalorados, y luego está el West Bromwich Albion. Es muy difícil destacar en la Premier siendo un equipo de medio pelo. La suprema competitividad que hay entre los equipos de arriba hace que los demás tengan que hacer lo imposible para poder colarse entre ellos. En Inglaterra, la clasificación a Europa se vende muy cara y es casi imposible que un equipo que no pertenezca al TOP 6 (City, Chelsea, United, Arsenal, Liverpool y Tottenham) pueda conseguir el difícil reto de acabar a final de temporada en los puestos privilegiados de la clasificación. Pero esta campaña está ocurriendo, lo estamos viendo. El WBA de Steve Clark ha logrado meterse de lleno en la zona noble de la tabla tras un primer tercio de liga impecable, sin embargo, da la sensación de que se habla muy poco de ellos, es más, no se habla nada de los Baggies si hacemos caso a lo que están consiguiendo. Hoy vamos a analizar de manera detallada el estilo de juego que ha impuesto el bueno de Clarke, los pros y los contras de un equipo que está volando muy alto en esta Premier.

Empecemos desde la base, el conjunto. Aquí no hay super estrellas, ni siquiera jugadores que destaquen por encima del resto, el éxito del WBA se compone a base de un bloque sólido, con jugadores con cualidades específicas para cada posición del esquema táctico y con un equipo hecho a la medida del entrenador. Steve Clarke sabe a la perfección lo que tiene y como quiere maniobrar con ello, y así lo está ejecutando partido tras partido. No pretendemos desenmascarar las ideas del entrenador, a nadie más que nosotros nos interesa que el WBA siga ahí, si no analizarlas detenidamente para acercarnos un poco más a las ideas futbolísticas del entrenador revelación de la Premier, al fin y al cabo, nadie sabe más de fútbol que los entrenadores. Virtudes, defectos, claves… Así es la revelación de esta maravillosa Premier League inglesa 2012/2013.

CLAVES: Orden por encima de todo, atacar con el balón y defender sin él, que cada uno cuide lo suyo.

El WBA es un equipo que busca el orden por encima de todo. Las disposiciones tácticas que nos ha presentado Steve Clark a lo largo de la temporada así lo confirman, con un predominio del 4-4-2 (y posibles variaciones), el esquema táctico por excelencia del fútbol modesto. Defensivamente, es un equipo que se olvida del balón, que no presiona ni inflinge un daño severo a su rival a base de faltas reiteradas, si no que le concede espacios a la hora de replegar y busca lo más rápido posible el posicionamiento en zona, cada uno a lo suyo pero todos pendientes de todos. Otro punto a destacar es la gran solidaridad colectiva, todos atacan y todos defienden, siendo habitual el ver bascular al equipo hasta con ocho jugadores y buscar el contragolpe con un mínimo de 6 hombres generando situaciones de pase. Ahí es absolutamente clave Shane Long, el delantero irlandés atraviesa un momento espléndido y no solo aporta en forma de goles a su equipo, que también. Sus movimientos hacia fuera del área, generalmente cayendo al flanco izquierdo, posibilitan que los jugadores que llegan desde atrás tengan más facilidad a la hora de pisar el área rival.


También es un equipo en el que las variantes se antojan vitales. En el centro del campo se agolpan jugadores capaces de adaptar su fútbol según lo requiera el partido. Por ejemplo, hasta el sábado pasado (frente al Sunderland), el centro del campo era “territorio Mulumbu”. El congoleño lo había jugado todo hasta entonces. Era indiscutible para Clarke en la medular y sus compañeros se iban alternando depende del partido, generalmente es Claudio Yacob el acompañante, pero también hemos visto en ese rol a Zoltan Gera o incluso a Morrison en momentos puntuales. Pero frente al Sunderland el equipo no pudo disponer del africano y decidió apostar por una pareja formada por Yacob-Morrison, colocando a Gera unos metros más adelantado. Pues bien, el equipo no solo mostró una increíble adaptación al cambio, si no que además mejoró en muchos aspectos como la limpieza y la fluidez a la hora de hacer circular el balón.

Y si de variantes hablamos, es imposible no hacer mención al puesto de delantero. Hasta ahora, es indiscutible hablar de Shane Long como el punta fijo del equipo, pero digo hasta ahora porque su recambio natural, Romelu Lukaku, está cuajando unas cifras impresionantes si hablamos de goles por minutos jugados. Con su gol ante el Swansea, el belga ya lleva 5, los mismos que Long en un período de tiempo mucho más reducido, sin embargo, ya hemos comentado que el irlandés no solo aporta goles, si no que también los da, alcanzando una cifra de 5 asistencias en este primer tercio de temporada. Es por eso que Clarke tiene decidido seguir confiando en él como el referente titular del equipo y dejar a Lukaku para matar en segundas partes. Habrá quien prefiera a uno y quien prefiera al otro, pero lo que es innegable es que Clarke está acertando de lleno a la hora de elegir el momento de los puntas.

PROS: Solidaridad absoluta, correr mucho para poder respirar tranquilos.

El todos para uno y uno para todos que ha implantado el técnico escocés permite que el equipo pueda hacer alarde de grandes dotes físicas a la hora de afrontar los distintos ritmos del encuentro. Ha conseguido sumar a todos los jugadores a la causa y todos saben que para ganar hay que correr, para adelante y para atrás, y sin parar. Esto posibilita el defender en zona sin tener que presionar con uñas y dientes, no hay mejor presión que una buena colocación. El bascular hasta con 8 jugadores hace que el rival tenga que sumar efectivos al ataque para poder generar peligro, es ahí cuando el WBA alcanza su excelencia colectiva. Si al rival le da por perder el balón en un momento de descolocación, cuidado. La transición defensa-ataque se personifica en los pies de Zoltan Gera, este, salvaguardado por Yacob y Mulumbu, busca rápidamente las opciones de pase que abren tanto Long como Odemwingie o Chris Brunt llegando desde las bandas. Ahí el West Brom se vuelve un equipo letal e imprevisible, ya que cualquiera puede acabar en el lugar menos esperado y con esto, se avecina la llegada del gol.


CONTRAS: A veces el orden se convierte en locura.

Todo lo comentado anteriormente tiene sus pros a la hora de hacer frente a rivales que mantengan la posesión del balón, que lleven el peso ofensivo del partido. Sin embargo, cuando el contrincante posee las mismas características de juego, el partido se vuelve un tanto complicado. El West Brom es un equipo que disfruta con el balón, lo que no quiere decir que le guste llevar la iniciativa. Con el paso de los minutos si el equipo no se encuentra cómodo empiezan las acciones desesperadas. Balones largos, poca fluidez y más ímpetu que ideas a la hora de atacar, esto hace que el partido se vuelva un “correcalles” y como la presión no es la virtud especial de este equipo, si el rival posee jugadores con gran capacidad de llegada a puerta los problemas se generan por si solos, convirtiendo el orden táctico en disposiciones alocadas, como pudimos ver ante el Swansea, donde jugadores con grandes argumentos de llegada como Michu o Routledge encontraron un tesoro en la defensa blanquiazul.

Sea como sea, Steve Clarke ha logrado hacer del WBA un equipo competitivo a la par que divertido. Los partidos de los Baggies no solo no defraudan nunca al espectador, si no que además se han hecho con un sitio fijo en la agenda futbolística de muchos. No sabemos como afrontará el equipo el segundo tramo de la temporada, si caerá más pronto que tarde o si por el contrario logra mantenerse en los puestos de arriba para sorpresa de muchos, solo podemos desear que los resultados sigan siendo favorables y que Clarke nos siga sorprendiendo, nos siga dando motivos de análisis y sobretodo, nos siga haciendo disfrutar como hasta ahora. Esperemos que este artículo no se diluya con el tiempo y sirva de apoyo a muchos y durante mucho tiempo, ya que sería la señal perfecta de que las cosas marchan bien por West Midlans.