Foto: Deportadas.tv |
La andadura de Frank de Boer
en el banquillo del Ajax va camino del récord. A principios de Diciembre de
2010 el ex central se hacía cargo del cuadro de Amsterdam, en una tesitura
compleja que terminaría volteando hasta conseguir la Eredivisie seis campañas
más tarde. En las dos temporadas siguientes, el resultado se repetiría de
manera casi idéntica. Comienzo dubitativo, final victorioso.
Para la campaña actual, el
objetivo era continuar reinando en Holanda y dar un paso más en la Champions
League. Sin embargo, esta ambición choca con las ventas producidas por parte
del club ‘ajacied’ de sus futbolistas más codiciados. Con la marcha de Toby
Alderweireld al Atlético de Madrid, el Ajax pierde a la que ha sido una de sus
máximas referencias en los últimos años, el central que iniciaba la jugada, que
otorgaba una salida limpia de balón y que además ha ido ganando progresivamente
en jerarquía. La dupla que formaba junto a Moisander era uno de los puntos
fuertes del equipo.
La venta de Christian
Eriksen al Tottenham es un aún más perniciosa para el esquema de Frank. Eriksen
era el motor que daba sentido a todo el juego ofensivo del Ajax. El jugador más
capacitado para la construcción, con mayor nivel combinativo y habilidad para
nutrir de balones a los hombres más ofensivos. Con la pérdida de la perla más
talentosa del conjunto tulipán, el foco de atención, y por ende las ilusiones, se reparten.
Once tipo Ajax 2013-2014 |
La seguridad de Moisander,
el trabajo de Poulsen, la regularidad de Siem de Jong, la anhelada eclosión de
Viktor Fischer o la pegada -y se espera que la ausencia de lesiones- de Kolbeinn Sigthorsson. Parecen argumentos más
que de sobra para pelear por lo máximo en Holanda. Por si todo eso fuese poco,
Overmars contentó a su técnico en Julio echando a la cesta a Bojan. Del catalán
se espera mucho. En un campeonato con retaguardias más distendidas, el deseo es
que el delantero confirme todo -o al menos parte- de lo que apuntaba en
categorías inferiores, cuando todo hacía presagiar que su carrera brillaría con luz propia. De momento, la cara mostrada por el ariete no dista
mucho de la ya vista en Barcelona, Milan o Roma. Un jugador tímido, frío, que
se diluye con facilidad y cuya personalidad no parece construida para echarse
un equipo a sus espaldas. Sabe que posee una de sus últimas cartas para
triunfar en la élite.
Lerín
Duarte, refuerzo estrella
La venta de Eriksen puso en marcha la maquinaria ‘ajacied’
para reforzar la medular. El objetivo era un interior que surtiera del alimento
necesario a los atacantes. La prioridad a principios de verano era el
prometedor Adam Maher, pero el PSV se adelantó. Luego han ido surgiendo
cantidad de nombres, desde el veterano Yossi Benayoun (Crystal Palace) al joven Tom
Carroll (finalmente cedido por el Tottenham al QPR Rangers). El definitivo fue
Lerín Duarte, procedente del Heracles, y cuya llegada ha costado al Ajax unos
2,5 millones de €.
Foto: Ajax.nl |
Duarte ha crecido ostensiblemente en las dos últimas
temporadas en Almelo, hasta convertirse en un jugador capital para el técnico
Peter Bosz. Lerín es un interior zurdo bajito (no alcanza el 1,70), pero con un
tren inferior muy potente. Puede participar en la creación del juego, aunque se
siente más cómodo con una alta libertad de movimientos, en la que pueda
participar de forma activa por cualquier zona del campo, abarcando mucho
espacio.
Al ex del Heracles le gusta aparecer con frecuencia por
el área contraria y poner en práctica su buen disparo, tanto en jugadas a balón
parado como en movimiento. Ocupará el lugar de Eriksen, también el mismo dorsal, pero no la misma
función, pues son jugadores muy distintos. Con Duarte el Ajax gana en dinamismo,
quizás también en llegada, pero pierde un estilete puramente creativo e
imaginativo. Veremos pues donde es capaz de llegar este Ajax, que vuelve a
presentar incógnitas en el comienzo y necesita de tiempo para ensamblar ciertas
piezas que parecen difícil que hagan olvidar a las anteriores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario