Barça,
Manchester United, Juventus o PSG. Todos mandan con holgura en sus
respectivas ligas. Quizás con demasiada para lo que se preveía en
un principio. Pero por encima de estos, está el Bayern. Llamarlo
superioridad se queda demasiado escaso, buscar un adjetivo que alabe
su campaña es complicado, porque su curso ha sido tan desorbitado
que solo cabe un calificativo. De record.
Como es
tradición, el Bayern se reforzó para esta temporada con futbolistas
que destacan en su propia liga. Llegaron Dante (Hoffenheim), para
cubrir el centro de la defensa, quizás el único punto débil del
campeón, y Mario Mandzukic (Wolfsburgo). El croata, que venía de
hacer una buena Eurocopa con su selección, se ha convertido en otra
de las gratas noticias. En principio llegaba para ser una alternativa
más, en un ataque ya de por si poblado y enormemente talentoso, pero
su buen hacer le hicieron ganarse la confianza de Jupp Heynckes y
relegar a un segundo plano al 'killer' Mario Gómez. El bombazo llegó
desde Bilbao. Tras unas larguísimas e infructuosas negociaciones, el
Bayern acabó por depositar la cláusula de Javi Martínez, unos 40
millones de Euros que lo hacen en el fichaje más caro de la historia
del club. No ha sido una gran temporada la del navarro, pero su
crédito sigue intacto, sabedores en el Bayern de que pese a su
trayectoria, es un jugador de gran futuro. La apuesta provenía desde
Suiza. Xherdan Shaquiri, es una promesa que se acerca a realidad.
Tiene mucho tiempo para demostrar los motivos por los que el Bayern
lo ha fichado, pero esta temporada, con más minutos de lo esperado,
ha empezado a dejar destellos de su inmensa calidad.
Marcador del Allianz en la anterior jornada. |
La Champions, la asignatura pendiente
69
goles a favor, solo 11 en contra. 22 victorias y 1 derrota en las 28
jornadas que ha necesitado para salir campeón, cuando todavía
faltan 6 para que concluya el campeonato. Son los números del Bayern
en esta Bundesliga, números que asustan a cualquiera, no solo en la
competición doméstica, también en Europa, donde es uno de los
'cocos' que ningún equipo quiere encontrarse. El 2-0 conseguido en
la ida de los cuartos de final en el Allianz frente a la Juve, le pone
las 'semis' casi en bandeja. Tendrá que pelear en Turín, pero sería
extraño no ver a los alemanes en la siguiente ronda.
Hay
más ganas que nunca de conseguir ese título que se les resiste
desde hace más de una década, cuando el Bayern derrotó al Valencia
en los penaltis. Esos once metros que también sonrieron al gigante
de Baviera hace casi un año en Chamartín, cuando accedieron a la
final apeando a un Real Madrid que se las prometía muy felices, para
posteriormente esquivar los brazos germanos y engalanarse con los
colores del Chelsea. No era la primera vez que la Champions dibujaba
lágrimas amargas en los rostros de los seguidores del Bayern. La
relación de amor-odio de los muniqueses con esta competición tuvo
su cita más rocambolesca una noche de Mayo de 1999, en Barcelona,
cuando en apenas un minuto el Manchester United remontaba una final
en la que los alemanes pudieron sentenciar en varias ocasiones. El
desconsuelo de los jugadores del Bayern abatidos sobre el césped del
Camp Nou quedó grabado en los anales de la historia del balompié. En 2010, de forma más clara, menos traumática pero también
muy dolorosa, el Bayern volvió a quedarse con la miel en los labios
al perder otra final, esta vez en el Bernabeu, ante el Inter de
Milan.
Ahora,
con la 23ª ensaladera en sus vitrinas, la semifinal de Copa en el
horizonte -17 de Abril, frente al Wolfsburgo- y todas las ilusiones puestas en conquistar la que sería
su 5ª liga de campeones, los bávaros se encuentran rebosantes de
felicidad. Una felicidad ganada en el césped y muy disfrutada en la
grada.
¡Glückwünsche
Meister!
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