Uno de los grandes estímulos del verano para todo futbolero que se precie es el mercado de fichajes. Los refuerzos que llegan a cada equipo, bajas, altas y las confecciones de las plantillas de cara a la temporada que se avecina, nos mantienen en vilo durante los meses más calurosos del año. Hoy, estrenamos esta sección, en la que nos detendremos en algunos fichajes que nos pueden parecer interesantes. El elegido para comenzar es, como pueden leer en el título, Marko Marin. Su destino será el Sevilla.
Nacido en Bosnia, pero residente en Alemania, Marko comenzó a jugar al fútbol en el modesto SG 01 Höchst, pero su formación se cocinó entre las cantera del Eintracht y las inferiores del Borussia Mönchengladbach. Aquí debutó en Marzo de 2007, y aquí, la temporada siguiente, fue donde empezó a labrarse un nombre como uno de los jugadores con mejor futuro del país teutón. El 'Gladbach' andaba por esa época en la Bundesliga 2, y las buenas actuaciones de Marin, importante para que su equipo lograra el ascenso, ya eran seguidas por los equipos de la primera alemana.
En el verano de 2009 da un salto importantísimo para su carrera. Llega a Bremen, previo pago de unos 10 millones de €, y en su primera campaña se convierte en una de las grandes sensaciones del campeonato, formando una sociedad maravillosa con el hoy madridista Mesut Özil. Las dos temporadas siguientes de Marin no fueron tan exitosas, y aunque siguió mostrando un rendimiento óptimo, no terminaba de cumplir las expectativas creadas. Quizás por eso, sorprendió su marcha al Chelsea. Abramovich, tras ser campeón de Europa con un juego nada vistoso y tirando casi de un milagro en las dos últimas rondas, se propuso "imitar" el modelo Barça. Ganar gustando. Para eso, invirtió en futbolista con sobradas condiciones para desplegar un futbol vistoso y de mucho talento. Eden Hazard, Oscar y Marko Marin. Todo hacía presagiar que el protagonismo del alemán no sería demasiado relevante, y los pronósticos se cumplieron. Su temporada en Londres ha sido en blanco. Protagonismo nulo, en un equipo que ha disputado esta temporada pasada hasta seis competiciones. Urgía un cambio.
¿Qué puede ofrecer Marko Marin a Unai Emery?
Varias cosas. En primer lugar versatilidad. El flanco derecho del ataque sevillista ha quedado huérfano tras la marcha de Navas al City. Ese será el sector donde más veremos a Marin, pero hay que decir que no es un extremo clásico como lo es el palaciego. Muy pequeño, apenas 170 centímetros de altura, rápido y con una gran capacidad para asociarse, posiblemente la cualidad que más caracteriza a Marin. Puede salir tanto por dentro como por fuera, se deja caer de forma continua por el carril central, pese a partir desde una banda, buscando cierta libertad de movimientos. Su buen nivel combinativo favorece a la fluidez de las transacciones ofensivas. Más pasador que llegador, si lo ve claro no duda en intentar el disparo desde media distancia. El punto en el que más ha flaqueado siempre Marin es el de la regularidad, le cuesta mantener línea alta de juego de forma constante.
Campeón de Europa sub-21, consiguió la medalla de bronce en el Mundial de Sudáfrica 2010, ahora Marin llega cedido sin opción de compra a Sevilla. Necesita confianza y mucha continuidad, tras bajar su nivel en los últimos años en Bremen y la inactividad sufrida en Stamford Bridge. Veremos si, a sus 24 años, consigue relanzar una carrera que prometía días de gloria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario