28 de febrero de 2013

El "Sujeto C".


27 de Febrero de 2013, 23:50 de la noche. Ya está, se acaba de cobrar otra víctima.

Así quedaba reflejado en un acta que no pasará precisamente a la historia por su limpieza y conciliación. El informe de la policía reflejaba lo que muchos se temían de antemano, y es que era una de esas noches marcadas para cualquier killer que se precie. Y más para este, que de noches marcadas sabe un rato. Una llamada avisó de que esa noche en Sevilla podría volver a darse el caso, había rumores de que el asesino andaba por allí y tenía a su víctima entre ceja y ceja. Poco le importó que días antes esa víctima acudiera a su masa social para intentar evitar el desastre, él no entiende de previas ni ambientes de ensueño, solo se dedica a hacer su trabajo, y esto es lo que le diferencia de los demás asesinos corrientes, de la forma más ruidosa posible. A él no le va eso de matar callando, tampoco lo de pasar sin hacer ruido por el escenario del crimen. Todo lo contrario, él se vale de su capacidad para generar bulla y descontrol allá por donde pisa, para rápidamente ponerse manos a la obra. La de ayer no iba a ser una situación distinta, es más, era la clásica noche que le gustaba. El ambiente de lluvia y frío que acechaba Sevilla era la ocasión perfecta para terminar lo que semanas antes él mismo se había encargado de empezar.

Pero todo esto no tendría el matiz de historia sin un héroe o protagonista, no tiene por qué ser ni bueno ni guapo, ni siquiera tiene porque ser un héroe, de hecho es más bien todo lo contrario. Y es que este “héroe” cumple con todas las características de un antagonista, una curiosa paradoja a la altura de una historia que une pasado y presente en una misma silueta, siendo el relleno de esta lo único diferente. Es difícil de entender, lo sabemos, pero es aún más difícil de explicar. Tanto, que puede que estemos ante el héroe más odiado, o al contrario, ante el antagonista más querido, de los últimos tiempos. Un odio, que no obstante, te acaba conquistando. Te sacará de quicio, te pegará, te vacilará, se reirá en tu cara una y otra vez, pero terminarás por rendirte ante él tarde o temprano, es inevitable.

Ayer volvimos a ver a esa curiosa silueta en plena acción, haciendo de las suyas otra vez, como esa película que sabes cómo va a acabar y sin embargo no puedes dejar de ver. Anoche se cobró su enésima víctima, tan solo le bastaron seis minutos para empezar su show, y una vez lo comenzó, no pudo parar hasta terminarlo. Es el asesino perfecto, y quien no quiera verlo estará negando la realidad, porque en su liga él es el rey.

Pero ojo, que no trabaja solo. Si alguien no se ha dado cuenta todavía mejor que lo vaya haciendo, porque igual la próxima vez que se lo cruce puede ser demasiado tarde. Esa silueta la forman dos personas, de una acabamos de hablar, la otra siempre está detrás, motivándole, gritándole en la oreja, susurrándole en la distancia. Lo abraza y empuja a partes iguales, es una especie de clon que trabajaba de la misma forma en otra época, y que el tiempo y el destino se han encargado de juntar. Son dos personas tan diferentes como parecidas, que de lunes a sábado trabajan por su cuenta para volver a unirse el domingo, o el miércoles, el día es lo de menos, lo importante es el momento. Es ese momento el que hace que toda esta historia encuentre sentido, ese momento que desvela todos y cada uno de los recursos de este asesino de doble filo, ese momento en el que se une una tercera y esférica pieza, tan vital y necesaria que sin ella no habría asesino ni historia posible.

Ojalá algún día podamos cerrar el caso, ojalá podamos descubrir como parar a este individuo, odiado por donde va y querido de donde viene. Pero para ello, más que policías, detectives y perros rastreadores, lo que necesitamos es una máquina del tiempo para encontrar primero al asesino del pasado, lo que nos permitiría llegar hasta el del presente. Porque no, aunque puedan parecer la misma persona, no lo son. La única pista que nos han dejado hasta el momento es una letra, que al parecer ambos tienen en común, y nos ha valido para reconocerlos como el “Sujeto C”. Habrá que seguir investigando…

23 de febrero de 2013

La fiesta del fútbol

Bradford – Swansea, una final inédita. ¿Cuántas veces habremos escuchado eso de final inédita? probablemente muchas. Pero aún así, esta final cuenta con elementos diferenciales suficientes para ser considerada más que genuina. Quizás sea la situación que atraviesan o han vivido los protagonistas, quizás la ausencia de un denominado grande repleto de estrellas, o quizás que uno de los contendientes esté a 90 minutos de completar una de las mayores hazañas que se recuerdan en el fútbol mundial, pero lo que es indudable, es el halo de romanticismo futbolístico que envuelve a esta final, y que la hacen ser infinitamente atrayente.


No hay equipo de campanillas, no hay equipo con obligación de llevar algún título por temporada a sus vitrinas, pero si hay favorito, y a priori, muy claro. El Swansea, residente en el sur del País de Gales, se ha aclimatado a las mil maravillas a la zona noble de la Premier League. Pero el camino recorrido no ha sido nada fácil. Su historia es la de un humilde que se ha tenido que batir el cobre en los estadios más inhóspitos del fútbol inglés. Apenas un par de temporadas en la máxima categoría, en la década de los 80 y con John Benjamin Toshack en el banquillo, alumbraban la aventura del Swansea. Hasta que llegó el curso 2010-2011. Entonces, Brendan Rodgers situó al equipo en la élite, consiguiendo un ascenso impregnado por un marcado cariz español, el que había sido capaz de implantar Roberto Martínez. El hoy entrenador del Wigan, comenzó su andadura como entrenador en el Swansea, del que había sido jugador hasta pocos meses antes, en Febrero de 2007. En ese corto espacio de tiempo hasta final de temporada no fue capaz de meter al equipo en la promoción por el ascenso. La siguiente campaña, pudiendo planificarla desde el principio, hizo al Swansea campeón de League One -la equivalente a la segunda B en España-. Era un equipo totalmente reconocible. Que abogaba por un juego asociativo y ofensivo. El estilo tuvo continuidad en el portugués Paulo Sosa primero, en Rodgers después, y por Laudrup en la actualidad. Ahora, el Swansea es un equipo agradable de ver para cualquier espectador, con varios jugadores que poseen muy buen cartel en el mercado, y un club con un porvenir, en teoría, más que halagüeño en el imprevisible mundo del fútbol.

Una oportunidad de oro. La posibilidad de alzarse con esta Capital One Cup es una ocasión que probablemente no se repita más, y si lo hace, seguramente tarde demasiado. Desde esa perspectiva ve la final el que ya es el gran vencedor de esta copa. El Bradford es el paradigma perfecto del sufridor que jamás se da por vencido. La vida no es sencilla para nadie, pero mucho menos para este modesto del norte de Inglaterra, que ha tenido que sobrevivir a perder en los campos de batalla de la I Guerra Mundial al jugador que les dio el que hasta la fecha es el único gran título del que presumen sus vitrinas, a un incendio que asoló su estadio y se llevó la vida de 56 personas, o a varias crisis económicas de gran magnitud que han estado a punto de acabar con el club. Siempre se ha levantado. Estuvo 77 años militando en las divisiones inferiores del fútbol inglés, para volver a la Premier en 1999. Esa misma temporada, volvió a descender al pozo de la Championship. Ahora, 14 años después de competir cada semana con los mejores, ha vuelto por la puerta grande, tirando de épica, pero también de argumentos futbolísticos para poner patas arriba a todo el fútbol inglés. Por supuesto, el lado emotivo que destila este humilde sin complejos también estará presente en la final. Cuando se consumó el pase a la final del Bradford en Villa Park, una de las imágenes de la noche fue la de ver al capitán del equipo, Gary Jones, dirigirse hacia la grada donde se encontraban sus extasiados hinchas, para darle un beso a un pequeño aficionado de tan solo 9 años que padece una grave enfermedad. Ese niño se llama Jake Turton, y mañana recorrerá el camino que va desde los vestuarios hasta el césped junto a los jugadores del Bradford.


El tiempo nos dirá si esta final es una ocasión única o un peldaño más en el crecimiento del Swansea. El fútbol, será quien dicte si el Bradford entrará o no en los anales de la historia para escribir su nombre con letras de oro. El escenario, un Wembley que lucirá sus mejores galas, no puede ser más emblemático. Uno de ellos levantará la copa, el otro, seguramente lo observe desde el césped, con sus mejillas repleta de lágrimas y con la desdicha del que ha tenido la gloria al alcance de su mano y no ha podido agarrarla. Pero una cosa está clara, esta final no tendrá perdedor. Es otra de las particularidades de esta final inédita.

13 de febrero de 2013

Shakhtar - Borussia, encuentra las 7 diferencias.



Ha vuelto la Champions, la competición más prestigiosa del mundo volvió a abrir ayer sus puertas para hacernos disfrutar como solo ella sabe hacerlo. La jornada de ayer nos dejó dos grandes duelos que se saldaron con victorias para PSG y Juventus ante Valencia y Celtic respectivamente. Dos duelos que sirvieron de entrada a los dos grandes platos de la jornada que serán las dos batallas que se librarán esta noche. Por un lado, un partido de una envergadura casi inigualable en Europa, el Real Madrid – Manchester United. Dos de los equipos más poderosos del continente se miden esta noche ante millones de espectadores ansiosos de disfrutar con muchos de sus ídolos. No obstante, el otro duelo de la jornada no tiene nada que envidiar a este, si bien es cierto que su relevancia mundial es muchísimo menor, no así el nivel futbolístico que pueden ofrecer ambos conjuntos y que han demostrado tener en la fase previa ante rivales de gran envergadura. Hablamos del Shakhtar Donetsk y el Borussia de Dortmund, dos de los equipos que mejor sabor de boca han dejado en lo que llevamos de competición y que tienen entre si unas similitudes tales, que son dignas de analizar.

Shakhtar y Dortmund son dos equipos tan parejos que podríamos hablar incluso de “equipos sinónimos”, y es que si nos pusiéramos a repasar uno por uno los puntos claves de ambos conjuntos, apenas encontraríamos diferencias. De hecho, y haciendo mención al famoso juego de encontrar las 7 diferencias, hemos elaborado este artículo con el fin de presentaros a ambos equipos a partir de varios ejes en común, siete puntos clave que servirán de entrada a uno de los platos principales de esta edición de la Uefa Champions League.

1º El esquema táctico.

Shakhtar y Borussia son dos equipos que basan el sentido de su fútbol en el poderío ofensivo de sus atacantes. Ambos forjados con dos defensas rocosas pero no excentas de calidad, les une además la labor de sus dos laterales, Srna-Rat en los ucranianos y Piszczek-Schmelzer para los alemanes. En ambos conjuntos, los laterales desempeñan un rol fundamental a la hora de atacar con el balón, tantos los ucranianos como los germanos son equipos que disfrutan de la posesión del balón en la mayoría de sus partidos, por lo que las incursiones de ambos laterales se antojan vitales a la hora de romper las líneas defensivas rivales. Pero donde verdaderamente hacen daño es a partir de ¾ de cancha. Aquí, volvemos a ver similitudes con una línea muy marcada de 3 hombres por detrás del punta, siendo el esquema táctico predominante el 4-2-3-1. Tanto Klopp como Lucescu han hecho de este esquema su estilo de vida. Han sabido acoplar a la perfección las características de sus jugadores más determinantes a este estilo de juego, algo que de momento, les está saliendo a pedir a boca.

2º El tridente ofensivo.

Si hay algo que llame la atención a la hora de ver detenidamente a ambos equipos es sin duda el tridente atacante de cada uno. Aquí puede ser vital la baja de Willian, fichado este mercado invernal por el Anzhi, y es que el brasileño era sin duda el futbolista más determinante del conjunto ucraniano. Eso sí, la llegada de Taison ha supuesto que la salida de Willian sea un mal menor, y es que sin ser un jugador tan desequilibrante y elegante con el balón en los pies, el también brasileño ex del Metalist aporta una mayor agresividad en su juego y una capacidad de llegada desde atrás que poco tienen que envidiar a la del flamante fichaje del Anzhi. Él será el encargado de cubrir esta sensible baja, pero no olvidemos que un tridente lo componen tres hombres, y aún nos quedan por repasar dos: Alex Teixeira y Henrikh Mkhitaryan. El primero es puro desborde. Velocidad y un incisivo uno contra uno al servicio de Lucescu, un jugador que ha sabido acoplarse perfectamente al equipo con sus continuas internadas en diagonal por la banda derecha. El segundo es un cerebro privilegiado. Líder de la selección armenia casi desde que tenía pañales y el encargado de iluminar la casa para que tanto Luiz Adriano como sus dos compañeros ya mencionados entren a su antojo a robar todo material de valor que se precie.


En el bando contrario, más de lo mismo. Velocidad, desequilibrio, elegancia y magia, mucha magia. Son algunas de las virtudes que Klopp ha sabido impregnar en los Gotze, Reus o Kuba entre otros. De los dos primeros poco más hay que hablar, ya han demostrado en la fase de grupos que su compenetración es capaz de tumbar gigantes, pregúntenle a Mourinho o Mancini. Si ambos se encuentran cómodos sobre el césped, solo nos queda disfrutar. En cuanto al tercero en discordia, bien Blaszczykowski o bien Grosskreutz, será una pieza más del puzle del que disponga el bueno de Jurgen para frenar las constantes subidas de Rat o Srna. Posiblemente este tenga un papel más defensivo cuando el Borussia tenga que defender en su campo, aunque de igual modo serán los primeros en iniciar el contraataque a la hora de salir rápido con el balón.

3º Todo controlado por un eje en común.

La batalla por hacerse con el control de la medular será otro de los grandes incentivos, aquí Fernandinho y Gundogan serán los artífices de cada equipo a la hora de controlar los ritmos del partido. El primero quizás tenga una mayor repercusión en el juego de su equipo, mediocentro incansable y con un talento natural en sus botas para la distribución, además, cuenta con un punto a favor sobre su rival, y es que el carioca ha demostrado ser mucho más regular que Gundogan a la hora de acrecentarse en las grandes citas. Del segundo depende que la pareja Gotze-Reus alcance su máximo esplendor. Si Gundogan consigue hacer frente a sus miedos y poner de una vez por todas las cartas sobre la mesa, la parcela ofensiva del Dortmund gozará sin duda de una mayor repercusión en el partido. Pero no solo eso les asemeja, también hay otro factor clave del que depende en gran medida la relevancia de su juego, dos factores vitales con nombres y apellidos: Tomas Hubschman y Sebastian Kehl. Dos escuderos dignos del mismísimo Don Quijote, dos auténticos perros de presas incansables en la recuperación del balón, y dos jugadores más que fundamentales en sus respectivos papeles. Ellos serán los encargados de frenar los arreones rivales desde la primera línea de batalla. El trabajo sucio es su labor, de ellos depende que el partido se convierta en un correcalles continuo o en un duelo muy muy aburrido toda vez que sus rivales consigan pasar la línea que separa a ambos frentes.

4º El punta.

Y aquí llega otra de las grandes batallas de la noche, el duelo por conseguir el tesoro más preciado, llega el duelo por el gol. Aquí sí que no hay ninguna duda sobre el potencial atacante de uno u otro. Tanto Lewandoski como Luiz Adriano han demostrado en multitud de ocasiones que no perdonan a nadie. Dos delanteros de distinta escuela, pero con una enseñanza en común: sin gol no hay espectáculo que valga. Ambos llegan en racha, aunque si tuviéramos que decantar la balanza por uno de los dos, es posible que la falta de ritmo propiciada por el parón invernal en Ucrania afecte más al juego del delantero brasileño. No obstante, ambos son dos pistoleros de primera clase mundial, dos de las piezas más codiciadas por los colosos de Europa, y basta con que no tengan su mejor día para que ambos te hagan dos goles.


5º Una primera fase de grupos inmejorable.

Una vez repasadas sus líneas más destacadas sobre el terreno de juego, es hora de analizar la capacidad del colectivo. Aquí volvemos a ver unas semejanzas muy marcadas. El sorteo deparó a ambos un grupo nada fácil, las bolas con sus nombres fueron a caer dentro de dos grupos en el que ya había dos colosos esperando, el Real Madrid y el City por un lado y el Chelsea y la Juve por otro. A priori, serían esos otros conjuntos los que lucharían por estar en la siguiente fase de la UCL, algo normal por otra parte viendo las partidas presupuestarias de cada uno y sobre todo su grado de relevancia en la historia de esta competición, todos campeones menos el City. Sin embargo, tanto los de Klopp como los de Lucescu realizaron una labor impecable que rozó la matrícula de honor en muchas fases de este primer tramo de la competición. No solo fueron capaces de tumbar a estos conjuntos, sino que además lo hicieron con una brillantez que inundó las redes sociales de halagos y asombros, algo que les otorgó a los alemanes la primera plaza del grupo y a los ucranianos la segunda, dejando por el camino a dos gigantes como Chelsea y City.

6º Enamoran con su juego.

Ambos a su estilo han conseguido enamorar a gran parte de la afición futbolera con su modo de ver el fútbol. Quizás haya sido esa victoriosa lucha de los humildes contra los poderosos la que ha acrecentado el interés de multitud de fanáticos por hacer del Dortmund o el Shakhtar “su segundo equipo”. No os vamos a mentir porque lo sabéis de sobra, pero a nosotros este partido nos llama mucho más que el Madrid-United, quizás porque también a nosotros nos han conseguido encandilar con su modo de hacer rodar el esférico.

7º Pena porque uno de los dos nos tenga que dejar.

Así es, la gran lástima de este partido es que uno de los dos tenga que dejar tan pronto la competición. Es el precio que tenemos que pagar por disfrutar de un duelo de semejante belleza estética, de semejante envergadura futbolística. Solo nos queda desear toda la suerte del mundo a ambos, y que el que pase, lo haga para algo más que superar esta ronda de octavos de final. Nos vemos esta noche, a eso de las 20:45, en el prestigioso Donbass Arena de Donetsk.