Situado
en la zona oriental de Holanda, Arnhem es la capital de la provincia
de Güeldres y una de las mayores ciudades de los Paises Bajos. A
finales del Siglo IX sus bosques y colinas eran habitados por unas
águilas a las que se les conocía como Arneym.
De ahí proviene el nombre de la ciudad, que traducido al neerlandés
significa “casa del águila”. Aquí, a orillas del río Rin late
el corazón del Vitesse, que tiene su hogar en Gelredome, un moderno
estadio multiusos con capacidad para 25.000 aficionados, y que como
curiosidad cuenta con unos raíles que permiten la extracción del
césped cuando al recinto se le da otra utilidad diferente a la
futbolística. También posee una cubierta que permite que el estadio
pueda ser techado por completo.
El
Vitesse es uno de esos clubes humildes cuyo trabajo no suele verse
recompensado con grandes logros, y que en sus más de 120 años de
historia -fue fundado en 1892-, tiene como mayores éxitos el haberse
proclamado subcampeón de liga -en seis ocasiones- y de copa -en
otras tres-. Sin embargo, cuando echamos un vistazo a la
clasificación actual de la Eredivisie vemos al Vitesse encaramado a
lo más alto, liderando la tabla junto al Twente, siendo el equipo
menos goleado del campeonato, el único que lo ha ganado todo fuera
de casa -7 victorias en otros tantos encuentros- y despertando la más
ferviente ilusión en su hinchada. Muchos no creen que puedan
aguantar el ritmo, otros tantos no lo consideran como un rival serio
para pelear el campeonato, pero en Arnhem hacen oídos sordos, saben
que no están ahí por casualidad y que es el fruto de mucho esfuerzo,
por eso se limitan a jugar, luchar y dibujar sonrisas en los rostros
de sus simpatizantes.
Juventud
y talento
La dirección deportiva del club ha demostrado en los últimos años un gran ojo a la hora de moverse en el mercado, firmando jugadores de puntos muy diversos del planeta, pero que han rayado a muy buen nivel. De
todos es sabido que la Eredivisie es uno de los campeonatos que más
apuesta por los jóvenes, y el Vitesse no es ni mucho menos una
excepción, de hecho la media de edad de su plantilla no supera los
23 años. A ello suma grandes dosis de calidad en todas sus líneas,
en especial de mediocampo hacia adelante, donde la velocidad y la
técnica son características comunes en la mayoría de los
integrantes del ataque.
Desmenuzando
la propuesta futbolística del Vitesse, podemos observar que su
técnico Fred Rutten suele decidirse por un 4-2-3-1, que también se
transforma con frecuencia en un 4-4-2. Es un equipo con unos
principios muy marcados, que intenta en todo momento sacar la pelota
limpia desde atrás, con dos centrales que rara vez optan por
desprenderse del esférico en forma de despeje o balón largo. Busca
siempre la posesión y se encuentra muy cómodo llevando el peso del
partido. Las bandas cobran gran importancia en el Vitesse, tanto los
laterales como los volantes, que adquieren una notable incidencia en
el juego.
En
el mediocentro nos encontramos con un organizador puro como es Theo
Janssen -el fichaje de relumbrón para esta temporada-, acompañado
habitualmente de Marco Van Ginkel, que realiza una gran labor de
desgaste, abarcando mucho espacio en el mediocampo y con una
interesante llegada desde atrás. La banda derecha es propiedad de
Renato Ibarra, el joven ecuatoriano que está creciendo a pasos
agigantados y que otorga potencia, desborde y grandes ayudas al
lateral, además de ser uno de los grandes estiletes del equipo en
ataque merced a su endiablada velocidad.
Como
todo buen equipo, el Vitesse también posee alternativas en sus
disposiciones tácticas. De esta forma, no es extraño que cuando
juegan como local Janssen pase a cubrir ligeramente el lateral
izquierdo -aunque igualmente sigue siendo el encargado de generar
juego-, para que el lateral zurdo Van Aanholt disponga de todo el
carril para aprovechar su profundidad, y Kakuta, un mediapunta que
suele jugar escorado en banda izquierda, caiga constantemente al
centro para participar en la construcción. La movilidad de los dos
puntas que suele alinear Rutten, Jonathan Reis y Wilfried Bony,
ofrecen numerosas variantes al equipo. En principio es Reis el que
acostumbra a partir como enganche por detrás de Bony, aunque es frecuente
que ambos permuten de posición y además participen de forma
constante en el juego, viniendo a recibir a zona de tres cuartos. También en la gran versión que está dando el brasileño está una de las claves del éxito de este Vitesse, en el que Reis ha encontrado el acomodo perfecto para desplegar su mejor fútbol.
La
estrella se llama Wilfried Bony
Aterrizó
en Arnhem hace casi dos años procedente del Sparta de Praga, y desde
entonces su crecimiento ha sido fulgurante. Ya es internacional
habitual con Costa de Marfil y en los últimos tiempos sus excelentes
actuaciones han hecho que los rumores sobre su salida a grandes
clubes se hayan disparado. Luce el dorsal número 9 y en su haber
acumula 15 goles en 13 partidos, pero decir que Bony es un 'killer'
sería excesivamente simple además de irreal, porque el
costamarfileño es más que eso, para el Vitesse mucho más que un
simple finalizador. No es un delantero al uso, no es excesivamente
espigado, es diferente.
Físicamente
muy fuerte, posee un tren inferior tremendamente potente. Y aunque
suene raro viendo sus cifras, pasa muchísimos minutos fuera del
área. Le gusta intervenir constantemente en el juego del equipo y no es
para nada extraño verle aparecer por el mediocampo o ser el que
asista a otro jugador del ataque. Cuando sprinta siempre da la
sensación de hacerlo a medio gas, como si tuviese una marcha más
que no ve necesaria sacarla a relucir en todo momento. Protege la
pelota a las mil maravillas, eso sus compañeros lo saben y le buscan
siempre, para que él anteponga su cuerpo, en otra de sus virtudes
que le caracterizan. También merece la pena destacar su cambio de
ritmo, su aceleración y una calidad técnica notable. Con gran
golpeo de balón, no se lo piensa a la hora de soltar el latigazo. Es
de esos jugadores que transmiten siempre una gran seguridad en todo
lo que hacen, quizás porque a sus casi 24 años Bony ya esté
maduro, está explotando y ve como la Eredivisie se le empieza a quedar pequeña.
Los
fríos números dictan que hasta 50 de las 56 ediciones que se han
disputado de la Eredivisie se dividen en tan solo 3 vitrinas, la del
Ajax, la del PSV y la del Feyenoord, un territorio que era exclusivo
hasta hace bien poco, pero que equipos como AZ y Twente han acechado,
y que ahora anhela otro humilde como el Vitesse, que en un
histórico arranque ya ha conquistado templos como el Amsterdam Arena
o el Philips Stadion, y que seguirá peleando porque Arnhem no
despierte de este maravilloso sueño.
Por supuesto que nos interesa! Todo sea por crecer y ayudarnos entre los bloggers de éste fútbol "escondido"
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